miércoles, 25 de agosto de 2010

LA COMIDA....VALOR FAMILIAR

Para la mayoría de la gente, muchos aspectos de la vida terminan girando alrededor de la comida ... hacemos planes en función de qué, dónde y a qué hora vamos a comer, organizamos eventos pensando que uno de los puntos principales es qué tipo de "manjar" ofreceremos a los invitados, cuando pensamos en viajes, nos viene a la mente la gastronomía del lugar que visitaremos, etc... Pero lo más sorprendente de todo es que, a través de las generaciones, los mejores momentos que vivimos resultan de la hora de compartir los alimentos en compañía de la familia o amigos, ya sea el desayuno -en la actualidad ya no se da tanto, por la prisa y rutina cotidiana, lo cual, por cierto, es una pena-, la comida o la cena, sin olvidar, por supuesto, la llamada "sobremesa", donde casi siempre y, a pesar de haber sido partícipes de una sabrosa glotonería, seguimos hablando de comida.

¿Por qué el comer genera tanto interés en las personas? -excluyo, sin duda, a la gente que, sorprendente e incomprensiblemente para mí, tiene una relación "estrictamente profesional", con la comida, es decir, que comen porque tienen que hacerlo, pero si pudieran, lo evitarían, ya que pareciera que sostienen una eterna pelea con sus papilas gustativas- Juicios aparte, de repente, la comida adquiere una importancia tal que puede volverse sumamente peligrosa y que quede claro que yo soy la primera que promueve el grandioso "arte de comer".....pero como tal: un arte.

No quisiera hablar de temas de actualidad de forma trivial -refiriéndome a nuestro honrosísimo primer lugar en obesidad infantil-, sin embargo, creo preciso hacer un llamado a la responsabilidad, no solamente social, ya que ésta a veces está años luz de ser únicamente nuestra, sino de la obligación moral que, como padres, nos genera ser creadores de costumbres y formas de vida. ¿A qué voy con esto? Simple y llanamente, enseñar a un ser humano a comer implica que nosotros sabemos hacerlo ....¡Qué difícil! Porque saber comer significa conocer los alimentos y sus "consecuencias", quiere decir que somos capaces de ahondar en la variedad de opciones que los alimentos nos ofrecen, es poder transmitir el gusto por todos y cada uno de los ingredientes que conocemos, es saber decir "es suficiente", es tener una relación sana con la comida, es dedicarle el tiempo esencial y darle un significado al momento, en pocas palabras, saber comer es saber disfrutar.